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Animada, céntrica y atractiva, en esta plaza estrenarás tus pasos de viajero. Aquí, en compañía de tu guía, admirarás el estilo románico y plateresco de la iglesia San Francisco, templo que empezó a construirse en 1572.

Más allá de la fe y la arquitectura religiosa, en la plaza conocerás el pintoresco jardín botánico de Flora Nativa, donde observarás especies andinas emblemáticas, como el molle, la queuña y la cantuta (la flor nacional del Perú).

Unir el Perú con Bolivia fue el sueño del mariscal Andrés de Santa Cruz. Un sueño que se hizo realidad entre 1836 y 1839 con la llamada Confederación Perú-Boliviana, un breve periodo histórico que se recuerda con este arco de la época republicana.

El arco de Santa Clara fue erigido con el propósito de simbolizar la unidad entre ambas naciones. En esta parada, tu guía te dará más detalles sobre un proceso de integración que generó una serie de disputas y enfrentamientos políticos y bélicos.

De las evocaciones históricas del arco de Santa Clara, al palpitar comercial de un mercado popular que te encantará por su variada oferta de productos andinos (tubérculos, frutas, quesos, artesanías, entre otros) y su riquísima gastronomía con precios muy económicos.

Diseñado por el reconocido francés Gustave Eiffel, el mercado central de San Pedro fue inaugurado en 1925. Desde entonces, sus más de 1100 puestos de venta son una vitrina comercial, económica y cultural del Cusco.

Desde antes de la llegada de los españoles, la actual plaza de Armas o Mayor era el punto neurálgico del Cusco incaico, la capital imperial fundada por el legendario Manco Cápac, quien emergió del lago Titicaca para cumplir el mandato de su padre el Sol.

En la plaza de Armas —llamada Huacaypata o Aucaypata por los “hijos del sol”—, los relatos de tu guía te llevarán al Cusco que impresionó por su grandeza a los primeros occidentales que pisaron el “ombligo del mundo” andino.

Cien años demoró la construcción de la basílica Catedral de la Virgen de la Asunción. Su origen se remonta a 1560, año en el que empezaría a edificarse sobre los muros de piedra del Quishuarqancha, el palacio del inca Wiracocha.

De estilo renacentista y barroco, la Catedral resalta por su majestuosidad arquitectónica y por las sublimes muestras del arte religioso colonial que atesora en su interior, como la preciosa imagen del Señor de los Temblores, el patrón del Cusco.

En el portal de Belén de la plaza de Armas, desemboca la Calle del Sol (Inti K´ijllu en quechua), una vía peatonal flanqueada por enormes muros de piedra que conserva su esencia andina.

Hoy se le conoce oficialmente con el nombre de Loreto; pero, más allá de su nombre actual, al recorrerla es posible imaginar como era el Cusco antes de 1534, año en el que arribaron los conquistadores occidentales, para darle un cariz diferente a la capital incaica.

Una de las mejores muestras de la espléndida arquitectura incaica, son los muros del Hatun Rumiyoq (“la casa que tiene piedras grandes” en español), la edificación que fuera el palacio del inca Roca y de su panaca real (familia).

En estos muros de piedra diorita verde que encajan a la perfección, se encuentra la sorprendente piedra de los doce ángulos, uno de los lugares más conocidos y fotografiados del Cusco. En la época colonial se construyó aquí el palacio Arzobispal.

Otras paredes, otras historias, otros personajes. Del Hatun Rumiyoq de inca Roca, al Kusicancha (“recinto feliz” en español) —palacio del inca Pachacutec, el gobernante que ordenó la construcción de Machu Picchu, Sacsayhuamán, Tipon y otras obras durante su gobierno (1438 – 1478 d. C.)

Pachacutec (“El que cambia la tierra” en español) fue el inca más influyente y poderoso del mundo prehispánico; quizás por eso, los españoles decidieron construir en este lugar el cuartel general del ejército español.

La última parada será en el templo del Qoricancha, el mayor centro de adoración al tayta Inti (padre Sol) en el Cusco y el principal del imperio incaico.

El Qoricancha (“recinto de oro” en español) era el punto de inicio del Inti Raymi o Fiesta del Sol, una celebración que aún se representa en la actualidad. Durante la época colonial, se levantó en este lugar la iglesia de Santo Domingo.

El templo del Sol puede ser visitado de lunes a sábado (mañana y tarde) y los domingos (solo turno tarde). Tenlo en cuenta al programar tu tour privado.

Después de aproximadamente tres horas de recorrido por las calles y los principales sitios turísticos del Centro Histórico del Cusco, tu tour privado a pie terminará muy cerca de la plaza de Armas.