El Perú milenario es un país de realidades y enigmas, de verdades y misterios, de certezas y dudas. Esa ambivalencia lo convierte en un destino fascinante en el que cada lugar tiene una historia, un mito, una leyenda, entonces, la experiencia viajera —tu experiencia— trasciende al simple hecho de conocer un atractivo.
Y en esas idas y venidas por un país diverso y hasta contradictorio, aquella ciudad de piedra en la cima de una montaña quizás fue realmente una fortaleza; y ese camino que llaman inca tal vez fue un sendero abierto por los waris (huari), una cultura andina anterior a la civilización inca.
Y en esas idas y venidas llegarás a Paracas, un distrito costero de la provincia de Pisco (región Ica), donde avistarás desde el mar un geoglifo inmenso llamado Candelabro, pero también Tridente y Tres Cruces, porque como ya sabes, como ya has aprendido, en el Perú siempre hay más de una explicación.
Candelabro, Tridente y Tres Cruces, sea como fuera hasta hoy se desconoce su antigüedad —es prehispánica o virreinal —, su origen —lo hicieron los paracas, los nasca, los soldados del libertador San Martín—, su significado —fue una representación religiosa, un símbolo masónico o una señal de advertencia para los navegantes.
Lo indudable es que está ahí, grabado en la arena del desierto costero, desafiando a quienes desean encontrar la verdad definitiva. Esa búsqueda continúa porque el geoglifo de 170 metros y cuyos trazos tienen una profundidad de 1.20 metros, sigue generando todo tipo de teorías y especulaciones.
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No todo es confusión, debate y dudas en este destino. También hay certezas y verdades indiscutibles. Nadie puede negar que el Candelabro —localizado en la zona norte de la península de Paracas — impresiona por su grandeza, la belleza escénica de su entorno y la calidad de sus trazos, visibles nítidamente desde el mar.
El océano Pacífico es el “mirador” perfecto. Así que prepárate a navegar en un deslizador. Tu punto de zarpe será el atracadero artesanal del Chaco de Paracas. Este se encuentra a 19 kilómetros al sur la ciudad de Pisco y a 259 kilómetros de Lima, la capital del Perú.
Las embarcaciones turísticas tienen como destino a las Ballestas, un conjunto de pequeñas islas que albergan una gran variedad de fauna oceánica. Desde lobos marinos (finos y chuscos) y delfines, hasta pingüinos de Humboldt, entre otras aves marinas y guaneras como los zarcillos, guanayes, piqueros y pelícanos.
Un auténtico festival de la biodiversidad que verás desde el deslizador, al igual que al Candelabro. El enigmático atractivo es la primera parada en tu travesía marina (2 h aproximadamente), la cual suele complementarse con un recorrido terrestre por la reserva nacional de Paracas, donde el desierto coquetea con el mar.
Pero eso lo verás en otro momento. Olvídate por un instante de los mamíferos acuáticos y de las aves guaneras. Concéntrate en el geoglifo que está frente a tus ojos, generándote una serie de pensamientos e interrogantes, mientras tu guía expone las diversas tesis y teorías que tratan de explicar lo que estás viendo.
Un Candelabro, tantas historias
En la región Ica se desarrollaron culturas preincaicas cuyo legado trasciende hasta hoy. Los paracas (700 a. C.—200 d. C.) son célebres por sus trepanaciones craneanas y la calidad de sus tejidos, mientras que los nasca o nazca (10 a.C. —600 d. C.) son mundialmente conocidos por los geoglifos que dibujaron en las pampas.
¿Fueron ellos quienes trazaron el Candelabro en la falda de una colina costera? ¿Será que el geoglifo de Paracas está relacionado a los de Nasca? La matemática María Reiche, planteó la posibilidad de que ambas estructuras tuvieran algún significado religioso o astronómico.
Conocida como la “Dama de las Pampas”, Reiche, nacida en Alemania, pero de corazón peruano, determinó que la famosa imagen se creó mediante la remoción de la capa superior de la colina. Durante su investigación recolectó trozos de cerámica paracas, lo que sugiere una conexión entre esa cultura y el geoglifo.
El material recolectado fue sometido a la prueba del carbono 14. El resultado concluyó que la cerámica fue fabricada hace más de 2000 años. Y si bien el estudio no esclarece la antigüedad del geoglifo, es un indicio sobre el origen de la misteriosa figura.
Rieche determinó que por sus ubicación y dimensiones, los navegantes podían identificar al Candelabro desde una distancia aproximada a las 12 millas náuticas (22,224 km). Este resultado generó la hipótesis de que el Tridente, como también es llamado, fuera una especie de faro o guía de orientación para los marineros.
El Candelabro de Paracas es uno de los atractivos incluidos en el tour a las islas Ballestas. Este circuito es uno de los más populares del Perú, tanto para los viajeros locales e internacionales que surcan las olas para observar el intrigante geoglifo, el paisaje oceánico y la fauna marina.
Al volver a tierra después de dos horas de navegación, premia a tu paladar con un ceviche, una leche de tigre, una jalea de pescado y mariscos, entre otros delicias con sabor a mar. También podrás refrescarte en el Pacífico, practicar kitesurf y otras actividades náuticas. Si eres más aventurero, tendrás la oportunidad de volar en parapente.
Otra opción tentadora es visitar la reserva nacional de Paracas. Aquí encontrarás un mirador de parihuanas o flamencos, el Museo de Sitio Julio C. Tello y varias playas recónditas, como Rayón y la Mina, que te dejarán absorto por el contraste natural entre la tierra árida y la inmensidad del Pacífico.
Por mar y por tierra, Paracas te mostrará la singular belleza de la costa peruana, ajena al verdor de otros litorales, pero imponente por su extraña geografía, sus vientos alborotados, su milagrosa biodiversidad, y por las certezas y las dudas históricas que genera su Candelabro.
¿Cómo llegar a Paracas?
Por vía terrestre, siempre por vía terrestre, a través de la Panamericana Sur. Amplia, asfaltada y generalmente en buenas condiciones, en el kilómetro 245 de esta vía se encuentra el desvío hacia el distrito de Paracas (10 km aproximadamente).
El viaje desde Lima dura alrededor tres horas. La empresa de buses Cruz del Sur tiene frecuencias diarias desde las 4:00 a. m. (costo: 60 soles). Otras líneas de transporte no van directamente a Paracas, por lo que tendrás que bajar en el desvío y continuar el viaje en taxi o en colectivo.
Otra alternativa es alquilar un automóvil o contratar los servicios de un operador local. Esta opción te liberará de la tensión de bajar en la carretera. Las empresas turísticas te ofrecerán diversos itinerarios, desde full day hasta opciones más completas que incluyen otros atractivos.
Ya en Paracas o, mejor dicho, en el atracadero artesanal del Chaco, tendrás que tomar el tour marítimo hacia las islas Ballestas. Este incluye una parada para observar el Candelabro desde la embarcación. El recorrido dura aproximadamente dos horas.
Antes de emprender tu viaje, ten en cuenta que los deslizadores solo zarpan en las mañanas. El horario puede variar dependiendo de las condiciones climáticas y, en ocasiones, hasta suspenderse. El costo del tour fluctúa entre los 40 y 60 soles (dependiendo de la temporada y el día).
Paracas también es accesible por vía terrestre desde Ica, Arequipa y Cusco. En esas ciudades encontrarás buses interprovinciales que te dejarán en el desvío a Paracas o en la ciudad de Pisco.
Recomendaciones viajeras
- Revisa los horarios de los tours a las islas Ballestas. Ten en cuenta que cuando el mar está movido o el viento es muy intenso, las autoridades suspenden el zarpe de las embarcaciones turísticas.
- El Candelabro se encuentra en una zona soleada, calurosa y, también, de fuertes vientos denominados paracas. Se precavido y lleva protector solar, una gorra o visera, una botella de agua para rehidratarte y un cortaviento.
- De octubre a abril es la mejor época para visitar Paracas. Esos meses son más cálidos y el brillo solar hermosea el panorama marítimo.
- Usa ropa ligera y zapatos cómodos. No es indispensable que lleves botas de trekking. En Ballestas no caminarás y en la reserva nacional los tramos para andar son cortos.
- No es una mala idea llevar una muda de ropa. Recuerda que vas a navegar y que siempre existe la posibilidad de que tus prendas se mojen.
- El Candelabro, las islas Ballestas y Paracas son maravillas arqueológicas y naturales. Cuídalas y sigue las indicaciones de tu guía y de los guardaparques del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado (Sernanp).
- Verifica el pronóstico del tiempo antes de tu visita. Prepárate para posibles cambios climáticos, especialmente en el invierno (junio a setiembre).