En Lima, una metrópoli donde la vida discurre con prisa y sin pausas, el amor tiene un refugio que mira al mar. Ahí, en un encendido atardecer o bajo una niebla que invita al romanticismo, los corazones se aceleran, las manos se entrelazan y las voces susurran palabras llenas de ternura que son el preludio de un beso.
Un beso en un parque creado y diseñado para homenajear la pureza del amor. Un sentimiento que se expresa con abrazos, con sonrisas, con miradas y gestos de complicidad. Un sentimiento que une a las parejas, a las familias y a los amigos. Un sentimiento que envuelve y cobija a todos los que visitan este remanso urbano.
Y es que el amor no discrimina ni excluye. Así que no hace falta tener una pareja para relajarse en uno de los lugares emblemáticos del distrito de Miraflores, uno de los preferidos por los turistas y viajeros que recorren Lima, la única capital sudamericana bendecida por las aguas del océano Pacífico.
Inaugurado el 14 de febrero de 1993, El beso, una escultura de concreto de 3 metros de alto y 12 de ancho, es el atractivo principal del parque. Esta obra monumental del artista nacional Víctor Delfín, representa a una pareja de rasgos mestizos que se besa apasionadamente.
Te invitamos a sumergirte en la historia, las actividades y otros detalles que hacen de este parque un destino excepcional.
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El origen de «El beso»
“Yo veía la cantidad de enamorados que llegaban a la playa, se besaban, se peleaban, luego se amistaban y todo ese tema lo iba ilustrando”, recordaría Víctor Delfín en una entrevista concedida al diario El Comercio, al conmemorarse los 20 años de la inauguración del parque.
El artista, nacido en 1927 en el distrito de Lobitos (Talara, región Piura), reveló que de tanto ver a esos enamorados se animó a realizar una serie de bocetos. Uno de ellos le gustó tanto que, después de esculpirlo en barro, lo mandó a fundir en bronce y lo colocó en su taller.
Cierto día, un amigo llegó a su taller con el alcalde de Miraflores, Alberto Andrade Carmona, un político carismático, preocupado en embellecer su distrito. “Cuando (Andrade) vio la escultura de El beso me dijo: ‘¿La puedes hacer más grande?’.
Podía, claro que podía, y así un día el alcalde y el artista coincidieron que en un acantilado del malecón Cisneros (11 km del Centro Histórico de Lima) colocarían la escultura de El beso.
Delfín recuerda que “había una pareja haciendo lo que hacen los enamorados y cuando vieron al alcalde llegando al lugar salieron disparados… Yo les dije: No se vayan, acá les vamos a hacer un lugar para que los respeten” Al oírlo, Andrade y él llegaron a un acuerdo: el nuevo parque se llamaría: parque del Amor.
Del amor al odio
Miraflores, 14 de febrero de 1993. En el Día de San Valentín, el alcalde Alberto Andrade inaugura una de las obras que marcarían su gestión: el parque del Amor, diseñado por Víctor Delfín en uno de los malecones de la vía costanera de la bahía de Lima.
Durante el evento, el burgomaestre aprovechó la música en vivo para bailar con su esposa, Ana Botteri. Motivados por Andrade, otras parejas se animaron a seguir el ritmo. Fue un gran momento y, también, el instante de calma que precede a las tormentas.
Si bien el objetivo del parque era celebrar el amor en todas sus manifestaciones, muchos residentes de Miraflores se sintieron ofendidos por la escultura que mostraba a dos mestizos o cholos besándose. Ellos la consideraban provocativa, chocante y ajena a las características del distrito.
“Ellos (los críticos) decían que era el fin de Delfín. Dijeron de todo, pero hubo un historiador, José Antonio Del Busto que dijo algo muy cierto: ’esta obra es la primera escultura mestiza que se hizo y colocarla en ese espacio les chocó’, refirió el artista en la entrevista ya citada.
Un parque, muchas actividades
Con el paso del tiempo las críticas acallaron. El amor triunfó en Miraflores. Su victoria fue tan abrumadora que el parque es hoy una atracción para peruanos y extranjeros. Todos admiran la escultura y descansan en las bancas con sus murales de mayólicas que forman versos y nombres de parejas.
Si estás enamorado y lo visitas con la persona que acelera los latidos de tu corazón, sentirás el ambiente romántico de este espacio miraflorino, inspirado en el parque Güell de Barcelona. No solo eso, por su belleza escénica —recuerda que el mar es el telón de fondo— te llevarás hermosas fotografías.
Con un poco de suerte, tu presencia coincidirá con alguno de los espectáculos y eventos culturales que ocasionalmente se realizan en este destino metropolitano. Música, danza y exposiciones al aire libre son el complemento ideal en este lugar sosegado en el que los solitarios podrían encontrar a su otra mitad.
Al terminar tu excursión camina hacia Larcomar (Malecón de la Reserva, 1 km aproximadamente). Encaramado en otro de los acantilados del distrito. Este centro comercial cuenta con tiendas de reconocidas marcas, salas de cine, restaurantes y cafés. Es ideal para comprar artesanías y degustar la mejor de la comida peruana e internacional.
Curiosidades del amor
Antes de conocer el parque del Amor tienes que enterarte de estos detalles:
- Inmortalizados. Víctor Delfín se inspiró en su imagen y la de su pareja, Ana María, para representar a los personajes de El Beso, la fabulosa escultura sostenida por una plataforma de 4 x 4 metros.
- Flechazos. El 14 de febrero es el día de mayor concurrencia al parque. Cientos de parejas lo visitan para celebrar San Valentín en un ambiente tranquilo y romántico en el que se realizan actividades conmemorativas.
- Negocio. Víctor Delfín contó que él les pedía a los muchachos que trabajaban las mayólicas que escribieran nombres de parejas famosas, como Romeo y Julieta, pero ellos “ponían Rosita y Juan” porque “las parejitas que pasaban por ahí se los pedían y a cambio les daban su sencillo”.
- Cuidado. Desde su creación el parque se conserva en un excelente estado. Y si bien se han realizado modificaciones y mejoras, el espacio mantiene su esencia.
- Representativa. Pese a las críticas iniciales, la escultura El beso es una de las más importantes de la capital peruana.
- Mensaje. En su aparente sencillez, la escultura de Delfín captura toda la intensidad y universalidad del amor.
¿Cómo llegar al parque?
En bus, en taxi, a pie o en bicicleta. Tú escoges el medio de transporte, de acuerdo con tus preferencias y la ubicación en la que te encuentres. Si te alojas en el Centro de Lima, el Metropolitano es una alternativa económica y relativamente confortable, excepto en las horas punta (7:00 a 10:00 a. m. y 5:00 a 8:00 p. m., aproximadamente).
Desde otros puntos de la metrópoli capitalina, los diferentes tipos de taxi existentes en la ciudad, te llevarán sin inconvenientes al parque del Amor. Ir a pie o bicicleta es una gran alternativa si estás en Miraflores o en zonas cercanas como San Isidro y Barranco.
Antes de emprender tu excursión, ten en cuenta que el parque del Amor es un espacio público. El acceso es libre y no existe un horario de visita. Con estos detalles ya puedes partir hacia tu destino.
- Transporte público: el sistema de buses del Metropolitano une varios distritos de la ciudad por una vía exclusiva. Uno de ellos es Miraflores, siendo la estación Ricardo Palma, la más cercana al parque del Amor. Desde este punto caminarás aproximadamente 20 minutos. La ruta es muy agradable. Costo del pasaje: S/ 3.20 (menos de un dólar americano).
- En taxi: en Lima existe una gran cantidad de choferes independientes, afiliados a empresas locales o a aplicaciones como Uber. Si abordas una unidad de la calle, pacta el precio antes de subir y por seguridad se muy cuidadoso al momento de escoger el vehículo. El precio variará dependiendo donde te encuentres. Si tomas el servicio en el Centro Histórico de Lima pagarás 40 soles aproximadamente. En Miraflores la tarifa podría llegar a los 20 soles y en Barranco a los 30.
- A pie: si te hospedas en Miraflores intenta llegar al parque caminando. Consulta un mapa o utiliza aplicaciones de navegación para encontrar la ruta más directa.
- En bicicleta: es una excelente opción si estás en Miraflores o en distritos cercanos como San Isidro o Barranco. Si te encanta desplazarte de una forma eco-amigable, consulta con CitybikeLima.
Recomendaciones viajeras
- Prepara tu ojo fotográfico para que te lleves las mejores imágenes de El beso y el mar. Los atardeceres son fabulosos.
- No es mala ideal llevar una manta y algunos bocadillos para que “organices” un picnic romántico. Es una excelente manera de relajarte y gozar del ambiente.
- Consulta si hay eventos culturales o espectáculos programados en el parque. Estos le añadirán una dimensión adicional a tu experiencia.
- Ayuda a preservar el parque del Amor y sus áreas verdes. Se cuidadoso con tus residuos.
- Lleva ropa cómoda y una chaqueta ligera si planeas quedarte hasta tarde.