Cuando el sapan inca Wiracocha gobernaba en el Cusco entre los años 1420-1438 d. C., ordenó la construcción de un jardín florido en las afueras de la ciudad fundada por Manco Capac y Mama Ocllo. Ellos, los “hijos del Sol” cumplieron el mandato de su padre y su dios de “sembrar” una civilización en las alturas andinas.
Años después, cuando Pachacuteq —hijo de Wiracocha— sucede a su padre como gobernante, le daría mayor importancia a ese jardín florido que en realidad era un santuario. En su periodo, con el propósito de promover y profundizar la religión politeísta del estado incaico, la huaca (como se le llama en quechua) sería embellecida.
Ese es el origen de Inkilltambo o Inkacárcel, el jardín florido de esta historia. Un lugar que impacta por la inmensa roca ígnea de granito labrada por los “hijos del Sol”, la cual se encuentra en las afueras del Centro Histórico del Cusco y dentro del parque arqueológico de Saqsaywaman o Sacsayhuaman.
Restaurado en su totalidad por el Ministerio de Cultura, Inkilltambo se revela como una interesante alternativa para los viajeros deseosos de recorrer nuevas rutas y conocer otras zonas arqueológicas del Cusco ancestral, un destino apasionante en los Andes peruanos.
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Una huaca florida
El nombre Inkilltambo está formado por dos palabras quechuas: “inkill”, que significa jardín o lugar florido, y “tambo” o “tampu”, que significa posada o lugar de descanso. Ambos vocablos describen la esencia de este santuario que se encuentra en San Sebastián, uno de los distritos tradicionales del Cusco.
En la roca de granito del “tambo florido” verás cinco hornacinas, tres de las cuales están fuera del inmenso bloque de piedra y dos en el interior. También tienes que fijarte en la parte superior del bloque lítico, donde los artesanos incaicos esculpieron en alto relieve varias figuras antropomorfas.
Pero eso no es todo. El santuario está rodeado de andenerías o terrazas cultivables, acueductos y sistemas de drenaje, entre otros vestigios prehispánicos que le agregan vistosidad a una de las zonas arqueológicas menos visitadas del Cusco turístico.
Una razón más para emprender la travesía hacia este sector del parque arqueológico de Saqsaywaman. Y es que los sitios que suelen quedar al margen de la mayoría de los itinerarios, generan en quienes se animan a explorarlos la sensación de ser “pioneros” y “descubridores”.
Puesta en valor
Como un pionero y un descubridor, así te sentirás a llegar a tu destino. Pero no es la única sensación que te invadirá. También te quedarás sorprendido por el excelente estado de conservación de tu destino. La razón: la huaca fue restaurada y puesta en valor por el Ministerio de Cultura.
Después de dos años de trabajo (2015-2016) y una inversión cercana a los cinco millones de soles, se logró que Inkilltambo luciera “rejuvenecida”. Durante la intervención, dirigida por la arqueóloga Marisa Quispe Cuno, se recuperaron andenes y canales de irrigación, además de muros, escalinatas y caminos.
Un premio para los viajeros como tú que se aventuran hacia un atractivo poco promocionado, con la esperanza y el pálpito de encontrar un espacio sosegado y ajeno a las aglomeraciones. El reto está planteado. El jardín florido de Wiracocha y Pachacutec te espera en tus próximas vacaciones al Cusco.
¿Cómo llegar a Inkilltambo?
Desde el Centro Histórico del Cusco puedes llegar a la zona arqueológica utilizando el transporte público. Si buscas una opción más adrenalínica, atrévete a pedalear hasta el santuario.
En transporte público y a pie
- Un sol es el costo del pasaje en los buses verdes de Inka Express, la empresa de transporte público que te acercará a Inkilltambo. En el Centro Histórico, podrás abordarlo en las avenidas Tres Cruces de Oro (frente al centro comercial El Paraíso) y Collasuyo (a la altura del mercado Rosaspata) Tiempo: 15 m.
- Tu viaje terminará en el paradero ‘Tienda’ de la avenida Chinchaysuyo. Para mayor seguridad, comunícale tu destino al chofer o cobrador. Ellos te orientarán.
- Después de bajar del bus camina hacia la puerta de acceso de la zona arqueológica, donde tendrás que registrarte. No olvides tu DNI (si eres peruano) o pasaporte.
- Al terminar de registrarte, alístate y mentalízate para caminar. Ten en cuenta que, a unos 50 m de la puerta de acceso, el sendero se bifurca. Elige el que se encuentra en la parte superior.
- El camino que recorrerás está señalizado, es seguro y no presenta mayores dificultades. En cada paso irás descubriendo la belleza paisajística del lugar. Desde la puerta de acceso caminarás alrededor de una hora para arribar a tu destino.
En bicicleta desde Tambomachay
- Si buscas una dosis extra de adrenalina, únete a nuestra bicicleteada downhill por Yuncaypata. La ruta incluye Inkilltambo y otros sitios arqueológicos. El tour termina en el distrito de San Jerónimo.
- Si quieres unirte a nuestros tours en bicicleta, contáctanos al WhatsApp +51 984479073.
¿Qué ver en Inkilltambo?
Mucho por explorar, ver y descubrir en el santuario. Eso sí, ten cuenta que la atracción principal es el peñón de granito tallado, con sus cinco hornacinas trapezoidales y sus figuras antropomorfas. Por su excelente estado de conservación, quedarás más que impresionado.
Pero no vas a caminar hasta una huaca apenas conocida para admirar y fotografiar solo un peñón. Aquí te llamarán la atención las decenas de andenes que hermosean la zona, los canales de agua para el consumo humano y el riego de las terrazas de cultivo. También hay tramos del camino inca.
Las plazas y patios ceremoniales (kallancas en quechua), las qolqas que servían para almacenar alimentos y el río cristalino Inkilltambo, entre otros detalles arquitectónicos y paisajísticos, te convencerán de que fue una buena decisión enrumbar hacia el santuario olvidado.
Test para visitar Inkilltambo
- Te gusta buscar y encontrar sitios arqueológicos que no estén abarrotados de turistas.
- Te encanta visitar lugares gratuitos.
- Te alegra pasar gratos momentos en el campo con familiares y amigos.
- Te apasiona caminar o manejar bicicleta en una ruta apacible y divertida.
Si tus respuestas son afirmativas, no lo pienses más e incluye a Inkilltambo en tu itinerario cusqueño. Sin duda alguna disfrutarás plenamente la travesía y, al volver a casa, contarás que estuviste en un lugar que muy pocos visitan por desconocimiento o porque prefieren los atractivos convencionales.
Recomendaciones viajeras
- Gratuito. El ingreso es libre y la zona arqueológica puede ser visitada de lunes a domingo.
- Buen momento. La época seca, abril a diciembre, es la mejor temporada para visitar Inkilltambo.
- Sabor. Cerca del complejo arqueológico hay un restaurante de comida tradicional, pero no te confíes. En ocasiones no atiende al público. Lleva siempre una merienda o snacks.
- Cuidado. El sol andino es poderoso, ponte una gorra o sombrero, usa lentes oscuros y crema protectora.
- A caminar. Utiliza botas antideslizantes.
- Sed. No olvides llevar agua. Mantenerse hidratado es clave para evitar el mal de altura o soroche.
- Incierto. El clima andino puede darte más de una sorpresa. Se precavido. En tu mochila de ataque empaca una prenda de abrigo y un poncho de lluvia.
- Cuatro patas. A diferencia de otras zonas arqueológicas, en Inkalltambo no existen restricciones para el ingreso de mascotas. Se muy cuidadoso del comportamiento de tu “socio de aventuras”, recuerda que estás en un lugar histórico.