Las ciudades crecen, ensanchan sus límites, cambian sus proporciones, pero, pase lo que pase en su área urbana, el centro fundacional o casco antiguo jamás deja de serlo. Es la tradición y la historia acumulada en sus calles, plazas y añejas construcciones, las que les permite mantener su condición de centralidad.
Eso ocurre en las urbes pletóricas de pasado de todo el planeta. Eso sucede en el Cusco ancestral y milenario, la ciudad que te espera en tus vacaciones para que explores su Centro Histórico, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco en 1983, por ser un testimonio único de la civilización inca.
No es la única razón. La Unesco considera que la “ciudad representa el resultado de 3000 años de desarrollo indígena y autónomo en los Andes del sur del Perú”. Un resultado que tiene en el centro su máxima expresión y, en ese centro, el espacio medular es la plaza de Armas.
Antes de que la conozcas y la recorras muchas veces, déjanos contarte algunos detalles de la zona urbana del Cusco que es considerada el centro del centro. Bienvenidos a la plaza de Armas del “ombligo del mundo andino”, de la “Ciudad Imperial” y de la “Capital Histórica del Perú”.
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Un viaje al pasado
Durante el pleistoceno (hace 2,6 millones de años aproximadamente), el lago Morkill cubría la superficie actual del Cusco. En algún momento sus aguas drenaron, formándose los ríos Sipas Pucquio (en el oeste), Saphy (al lado de la plaza de Armas) y Tullumayo (cerca del barrio de San Blas), los cuales crearon un valle fértil de 60 kilómetros.
Por sus favorables condiciones geográficas, los primeros asentamientos humanos surgieron en esta zonas de los Andes en el 1000 a. C. Estos se ubicaron en el valle formado por el río Huatanay, el cual nace de la confluencia de los tres cauces mencionados en el párrafo anterior.
Ese fue el origen de la presencia humana en el Cusco. Posteriormente, el imperio wari o huari y el reino killque, ocuparían la zona. Después aparecerían los incas en el horizonte cultural andino. El surgimiento de los “hijos del Sol” es narrado en las leyendas de los hermanos Ayar y de Manco Capac y Mama Occllo.
Fueron los incas los que cimentaron las bases de la ciudad que te sorprenderá, tanto así que, a la llegada de los españoles en noviembre de 1533, ya existía un espacio central o gran plaza llamada Haucaypata o Aucay Pata, término quechua que puede traducirse como “el sitio donde se logra la tranquilidad”, condición que mantiene hasta hoy.
La plaza de Armas en la historia
En los Andes, donde se desarrollaron diversas civilizaciones y se produjo un choque cultural que cambiaría completamente el panorama político, social, económico y religioso, muchos pueblos y ciudades fueron “refundadas”, modificándose su geografía, arquitectura y trazado urbano.
El Cusco, como capital del Tawantinsuyo, no es la excepción. Su historia está marcada por los cambios en las estructuras del poder. En la actualidad, su faz urbana es el resultado del largo proceso que se inició con la presencia de los primeros grupos humanos y continúa hasta hoy que el mundo es una aldea global.
A continuación, le daremos un vistazo a la evolución de la plaza de Armas del Cusco, en los distintos periodos de la historia andina y peruana.
En el periodo preinca
Fue un gran espacio público en el que se intercambiaban productos (trueque), siendo una especie de mercado al aire libre. También era un lugar de encuentro, donde se realizaban diversas celebraciones y actividades de índole religioso. Durante el apogeo del imperio wari y el reino killque, se erigieron a su alrededor palacios y santuarios.
En el periodo inca
Haucaypata o Aucay Pata fue el epicentro político, económico y social de la capital del Tawantinsuyo. Al igual que en tiempos de los wari y los killque, en este espacio urbano se realizaba el trueque o intercambio de productos, dado que en la época inca no existía el dinero.
Si pudieras viajar en el tiempo, descubrirías las grandes dimensiones del “sitio donde se encuentra la tranquilidad”. Esta fue dividida por los españoles. A lo largo y ancho de ella, los ibéricos abrieron calles y crearon las actuales plazas de Armas (que ocupa 1/3 del espacio original), Regocijo, San Francisco y la plazoleta Espinar.
En ese recorrido en el pasado, te darías cuenta de que en el centro de la plaza estaba el usnhu, uno pirámide trunca ceremonial. A los lados verías los palacios de
Huayna Capac y Wiracocha, el Aclla Wasi (la casa de mujeres escogidas), Suntur wasi (la casa de gobierno) y el Yachay Wasi (la casa del saber).
Otro aspecto que te llamaría la atención es el piso, un metro más profundo que el actual y rellenado con arena traída desde las orillas del Pacífico, por orden del sapan inca Pachacutec.
En el periodo colonial
La presencia hispana generó cambios profundos en el centro cusqueño. Haucaypata sería dividida y su parte central renombrada como plaza Mayor o de Armas. Sucedería lo mismo con las construcciones incas de su entorno, las cuales sufrirían modificaciones en su arquitectura y, también, en su funciones.
Es así como los palacios y templos se convertirían en casonas, conventos, iglesias y en las sedes de las instituciones coloniales. Cuando estés en Cusco, ten en cuenta, por ejemplo, que la iglesia de la Compañía de Jesús fue el palacio de Huayna Capac y que el convento de Santa Catalina reemplazó al Aclla Wasi.
No son los únicos casos. El Suntur Wasi se convirtió en una casona (hoy es el local del Paddy’s Irish pub) y sobre el palacio de Wiracocha se levantó la Catedral. La suerte del Yachay Wasi no fue distinta. Esta se transformó en un grupo de casas coloniales. En una de ellas se venden los boletos de tren a Machu Picchu.
¿Y qué pasó con el ushnu? Si quieres saber la respuesta, durante tu visita a la plaza de Armas, fíjate en la fuente que está en el centro. Sí, la pirámide trunca ceremonial se convertiría —y no por arte de magia, mas bien por un cambio ideológico-religioso— en una pileta, donde los vecinos de aquel entonces recolectaban agua.
Antes de dar el salto a la actualidad, es necesario precisar que la pileta que verás no es colonial, es republicana. Lo que si se mantiene es su ubicación, siempre en el centro de la plaza. La fuente antigua era de piedra y su construcción habría sido ordenada en 1555 por el capitán Garcilaso de la Vega.
En la actualidad
Sigamos en el centro del centro. La pileta actual se instaló en 1872 y fue elaborada por la empresa norteamericana Janes, Kirtland & Co. Un hecho anecdótico es que, durante muchos años, la fuente estuvo coronada por la imagen de un apache. Esta desapareció en la segunda mitad del siglo XX, existiendo varias versiones sobre dicho suceso.
En 2011, la Municipalidad del Cusco, decidió colocar la escultura de un inca sobre la pileta que presenta tritones y ninfas. Un contrasentido cultural que en cierta manera evidencia las distintas influencias que hacen del “ombligo del mundo”, un lugar extraordinario.
Dejando un lado esta curiosidad, la plaza de hoy conserva los muros incaicos que sirvieron de base y sostén de las construcciones coloniales. Por su condición de destino mundial, en sus alrededores existen restaurantes, bares, agencias de viajes, etcétera), incluyendo locales de cadenas internacionales.
Esas pinceladas de modernidad no rompen el encanto legendario de la plaza. Esta mantiene su rol como punto de encuentro. Sentarse en una de sus bancas y ver el palpitar de la ciudad, es una experiencia grata, ideal para recuperar fuerzas luego de una excursión turística.
¿Cuál es el propósito de la plaza de Armas?
En su ya dilata historia, la plaza de Armas cumplió y cumple diferentes roles y funciones. Algunos de ellos —como ser una zona comercial y un espacio para las celebraciones— se mantienen hasta nuestros días. Si quieres conocer más sobre lo que sucedía y aún sucede en el corazón cusqueño, continúa leyéndonos:
En tiempos prehispánicos
En Haucaypata se realizaba el trueque, cuyo principio es dar y recibir. En estas transacciones no existe el dinero, solo el intercambio de productos. También era el espacio elegido para diversas celebraciones, como el Inti Raymi o Fiesta del Sol que se realizaba en el solsticio de invierno, el día más corto del año (21 de junio).
¿Qué más pasaba en la plaza? Se anunciaban las grandes decisiones políticas, se festejaban las victorias y conquistas, se organizaban banquetes y se celebraba la unión de las parejas de la nobleza. Además, en este espacio los mallquis, las momias de los incas, eran “paseadas” por sus descendientes.
En tiempos coloniales
La plaza de Armas era el mercado principal. A diferencia de la época incaica, los productos se vendían y compraban por la aparición del dinero. El trueque aún existía, pero en menor medida. Por su condición de centro de abastos, este espacio se convertiría en un lugar de encuentro y reunión.
En el Cusco colonial los rituales al dios Sol y los “salidas” de los mallquis, fueron reemplazados por ceremonias católicas y las procesiones de los santos patrones, las cuales alcanzaban su máxima expresión en el Corpus Christi. Pero no todo era armonía y tranquilidad. En la plaza se reunían los soldados españoles y se realizaban las ejecuciones públicas.
En la actualidad
Si bien ya no es un mercado, conserva un cariz comercial por los diversos negocios instalados en los portales que la rodean. Igualmente, mantiene su condición de lugar de reunión de cusqueños y turistas, además de su espíritu celebratorio que se manifiesta en diferentes momentos del año.
El pasacalle del Carnaval, las procesiones del Corpus Christi y del señor de los Temblores, la escenificación del Inti Raymi (24 de junio), las Fiestas Patrias (28 y 29 de julio), la Navidad y el Año Nuevo, son algunos de los momentos de jolgorio y fe que invaden la plaza de la “Capital Histórica del Perú”.
¿Por qué se llama Plaza de Armas?
Existe un debate sobre la terminología correcta para denominar a las espacios fundacionales de las ciudades del Perú Colonial. Si bien el nombre plaza de Armas es el más difundido, muchos historiadores e investigadores consideran que no es el más preciso.
Desde esa perspectiva, el término ideal sería plaza Mayor, entendiéndose que “se trata de un lugar de encuentro de sus habitantes, donde suelen agruparse los poderes político, económico, social y religioso”, como se menciona en un artículo publicado en mayo de 2023 en el diario La República de Lima.
En el mismo reporte periodístico, el historiador Miguel Ojeda explica que las plazas de Armas son aquellas en las que “el ejército sentaba plaza en determinado sitio. Esa es la plaza de Armas, donde estaban los militares, los efectivos para cualquier operación bélica o no bélica’’.
El debate está abierto: plaza Mayor o de Armas, en el caso del Cusco el segundo término es el más utilizado, pero no te sorprendas ni confundas si alguien te habla de la plaza Mayor. Al final, tu interlocutor se está refiriendo al mismo espacio urbano, un espacio urbano que disfrutarás más allá de su nombre.
¿Qué hacer en la plaza de Armas
De día y de noche, con calor o con frío, con las energías al tope o con algo de cansancio, ten la certeza de que siempre la pasarás bien. Ya sea en sus bancas, en su pileta, en sus portales o en los atrios de sus iglesias, sentirás la energía y las buenas vibraciones que caracterizan al Cusco.
En la plaza, al frente de ella o a solo unos pasos, realiza las siguientes actividades:
Visita las iglesias
La Catedral y la Compañía de Jesús, son parte del conjunto monumental de la plaza. Ambas son dignas de ser exploradoras por dentro y por fuera, por ser verdaderas joyas de la arquitectura colonial y albergar en su interior valiosísimas obras del arte religioso.
Visita los museos cercanos
Las salas del Museo Inka de la Universidad Nacional San Antonio Abad, localizada al lado de la Catedral, son el espacio ideal para sumergirse en la historia andina, a través de una importante colección de vestigios y piezas arqueológicas prehispánicas, procedentes de distintos lugares del Perú.
Otro museo muy interesante, a pesar de no ser tan turístico, es el de Historia Natural. No es difícil ubicarlo porque colinda con la iglesia de la Compañía de Jesús. Durante tu visita, aprenderás sobre la evolución de la fauna y las diversas especies que habitan en la costa, sierra y selva del país.
Prueba la gastronomía local
La buena sazón es una de las características de los restaurantes cusqueños. Al ser el corazón turístico de la ciudad, en los alrededores de la plaza te esperan las mesas de exquisitos restaurantes y café, muchos de los cuales ofrecen como “cortesía” hermosas vistas del Centro Histórico.
Elige el que más te llame la atención, pero si nos permites un par de recomendaciones visita el Cafe Plaza o el Inka Grill. Ambos locales ofrecen en sus cartas comida tradicional a precios razonables, considerando que estás en el corazón de un destino de fama mundial.
Hazte una foto en la pileta
Tómate en selfi en la pileta más visitada del Perú. Diseñada por el francés JP Victor Andre, fue fundida en 1870 en la empresa norteamericana Janes, Kirtland & Co. y colocada dos años después. Pero, qué tiene de especial esta fuente aparte de estar en la plaza principal de una de las ciudades más bellas del planeta.
¿No lo sabes?… te lo contamos. En el parque Central de Nueva York existe una pileta idéntica. Así que en algún momento podrías hacer pasar esa imagen como si fueran de tus “vacaciones” en la “ciudad que nunca duerme”. Dejando de lado lo anecdótico, hay un aspecto adicional que es necesario mencionar.
Nueva York era el centro de la Pangea, mientras que el Cusco deriva del vocablo quechua “qosqo” que significa el centro o el ombligo del universo. En conclusión, ambas ciudades son el centro. ¿Será por eso que comparten el mismo diseño de pileta?
Imagen de la derecha: Janes & Kirtland fue la compañía que diseñó la fuente de agua del Cusco y de la ciudad de Nueva York.
Imagen de la derecha: En 1950 un terremoto destruyó la estatua del «jefe Kisco». En 2011 se colocaría la estatua de un inca.
Imagen de la derecha: la pileta de Nueva York con una estatua diferente. En el 2011, las autoridades del Cusco decidieron fundir una estatua en memoria de Manco Capac, el primer sapan inca.
Sucesos históricos que estremecieron la plaza
En la largo devenir de la plaza hay dos sucesos excepcionales que determinaron el destino de millones de personas en el Cusco, el Perú y en toda la América Española. A continuación, te contaremos ambos hechos, acaecidos en el siglo XVI y XVIII:
- La ejecución de Tupac Amaru I: el último inca de Vilcabamba fue decapitado en la plaza de Armas del Cusco, el 24 de setiembre de 1572. Rebelde frente al dominio español, fue capturado después de una batalla contra las huestes coloniales. Su ejecución fue ordenada por el virrey Francisco de Toledo.
- La ejecución de Tupac Amaru II: descendiente directo de Tupac Amaru I por línea materna, fue atado a las patas de cuatro caballos para que los descuartizaran. El líder rebelde resistió el castigo, pero eso no lo libraría de la muerte. José Gabriel Condorcanqui, ese era su nombre de pila, fue decapitado el 17 de mayo de 1781 en la plaza de Armas. Su familia correría la misma suerte.
¿Cómo llegar a la plaza de Armas?
En el Centro Histórico la mejor opción es caminar. Así, en cada paso, disfrutarás de la monumentalidad de la “Ciudad Imperial”. No te preocupes por la seguridad, las calles son tranquilas y no tendrás sobresaltos en la ruta.
Si la distancia a la plaza es considerable, opta por tomar un taxi. El servicio no es costoso y hay muchas unidades en las vías. Todos los choferes conocen el Centro Histórico y te llevarán sin problemas. El costo promedio del servicio es de 8 soles (2 dólares, aproximadamente).
Consulta nuestro Google maps a continuación:
En el aeropuerto hay empresas de taxi que tienen un counter en el interior. Ten en cuenta que las tarifas son elevadas (80 soles o 20 dólares aproximadamente). Si quieres economizar, aborda los vehículos que esperan a los pasajeros en la playa de estacionamiento.
Otro posibilidad es que salgas de las instalaciones del aeropuerto internacional Alejandro Velasco Astete y camines por la avenida del mismo nombre hasta llegar al paradero de los buses (es fácilmente reconocible). En ese punto espera un taxi. El precio del servicio fluctúa entre los 10 o 15 soles (5 dólares) y el recorrido demora 15 min.
Un detalle importante es que las unidades no tienen taxímetros por lo que debes negociar y pactar el precio antes de subir. Además, los vehículos no están diferenciados por un color especial. En la medida de lo posible trata de tener soles para cancelar la carrera. Así te evitarás problemas.
Recuerda que el Cusco es una ciudad segura y la posibilidad de que ocurra algún incidente con un taxista es mínima. Esto aplica para los conductores que trabajan dentro y fuera del aeropuerto. Viajarás seguro, pero igual, nunca está de más estar atento y tomar precauciones.
Finalmente, tienes la opción del transporte público. Los buses azules de la empresa Correcaminos te acercarán a la plaza de Armas. Por tu equipaje no te preocupes, te dejarán subir con tus mochilas o maletas. Por consideración y cortesía te recomendamos pagar un extra si llevas demasiados bultos. Costo: menos de un dólar.
¿Dónde hospedarse?
En la plaza de Armas y cerca de ella existen hoteles y hostales de distintas categorías que están esperándote para ser tu refugio en el Centro Histórico. Compartimos una relación de los principales alojamientos:
Hoteles, hostales y hostels:
- Hotel Plaza de Armas
- El Virrey Boutique
- Posada Villa Mayor
- Yabar Hotel Cusco Suite
- Loreto Hotel Boutique
- Hotel Plateros
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