Las serpientes y el sapo quizás son un poco tímidos. Por eso se ocultan, se mimetizan y no se dejan ver fácilmente; entonces, tendrás que agudizar la mirada y hasta catapultar un poquito tu imaginación, para identificarlos en la piedra imponente a la que te condujo una ruta poco explorada del Cusco.
No sucede lo mismo con el mono. Él no se oculta. Él no es tímido. Al contrario, se muestra abiertamente para que lo descubras al primer vistazo y sin gatillar tu imaginación. Siempre fue así, desde el tiempo de los incas es así en la zona arqueológica de Cusilluchayoc.
Un lugar del que se escribe y se habla muy poco. Un lugar que no se menciona en las guías de viaje. Un lugar al que ingresarás sin boleto turístico y sin pagar entrada, a diferencia de lo que ocurre en otros complejos incaicos. ¿Te suena tentador?… entonces, sigue leyendo para que sepas como llegar a este atractivo cusqueño.
Pero, antes de empezar con los datos ruteros, te explicaremos que Cusilluchayoc o el templo del Mono, es una colosal piedra tallada de casi dos metros de altura, en la que verás figuras de animales en alto relieve. La principal y más evidente es la imagen del mono, mientras que las culebras y el sapo son menos notorias.
Contents
Un nombre perdido
El templo del Mono, probablemente, no siempre fue del mono. Se sabe que, tras la llegada al Cusco de los españoles en 1533, las denominaciones en quechua de las huacas y recintos fueron castellanizadas o totalmente modificadas. Muchos lugares, incluso, fueron renombrados, perdiéndose en la historia sus nombres originales.
¿Esto sucedió con Cusilluchayoc, «el templo de los monos o el lugar donde habitan los monos» en español? Este nombre es colonial y se empleó para identificar a la piedra tallada de una zona arqueológica en la que hay galerías, nichos ciegos, acueductos y la escultura de un gran felino, probablemente un puma.
Se cree que los “hijos del Sol” oficiaban ceremonias religiosas en este lugar. A pesar de la extirpación de las idolatrías, la ritualidad se mantiene hasta hoy, como lo evidencian los restos de hoja de coca, de pétalos de flores y otros residuos que encontrarás en tu visita.
Sí, tu visita, porque el templo está a solo 2,5 km al este de la plaza de Armas del Cusco. Es accesible a pie y en bicicleta. También a través de una ruta que combina la prontitud motorizada de un vehículo privado (15 min) o colectivo (35 min) con un remate andariego de 10 a 15 minutos.
A continuación, más información para tu travesía:
¿Cómo llegar al templo del Mono?
Existe más de un opción para arribar a Cusilluchayoc. Aquí te damos las claves para que visites al mono, a las serpientes, al sapo y hasta el puma que te esperan en uno de los tesoros ocultos del Cusco. Basta de palabras. Es momento de detallarte las opciones ruteras:
Ruta 1: caminata al templo del Mono
Si te gusta caminar y tienes tres o cuatro horas libres en tu itinerario, decídete a emprender esta aventura. Punto de partida: plaza de Armas. Orientación: rumbo este por el antiguo Camino Inca o Qhapac Ñan que conducía al Antisuyo. Inicio: tus primeros pasos serán por la calle El triunfo (costado de la Catedral).
La caminata te llevará a la famosa Piedra de lo 12 Ángulos en la calle Hatun Rumiyoc y al barrio bohemio y artesanal de San Blas, entre otros lugares de interés. Después de 40 minutos o 1 hora de trekking por un terreno medianamente empinado, arribarás a tu destino: el templo del Mono.
Ruta 2: en transporte público y a pie
Si caminar no es lo tuyo y el mal de altura o soroche está detrás de ti, no te preocupes. También puedes acceder al tempo del Mono en transporte público.
Lo primero que tienes que hacer es abordar el colectivo Cristo Blanco en el paradero puente Rosario, frente al patio del hotel Qarmenqa (a tres cuadras de la plaza de Armas). ¿Dónde bajarás?: paradero de buses Q’enqo. ¿Costo del pasaje?: 1 sol. ¿Cuánto durará tu viaje?: 30 minutos, aproximadamente.
Desde el paradero de Q’enqo caminarás de 10 a 15 minutos por un sendero plano, porque ningún vehículo ingresa a la zona arqueológica. Por seguridad y para evitar contratiempos, al bajar del colectivo pregunta: ¿cuál es la vía que llega al templo del Mono?
Ruta 3: en bicicleta al templo del Mono
El pedaleo comienza en la calle Saphy del Centro Histórico. El primer tramo te llevará hasta el mirador de la iglesia San Cristóbal. Un buen lugar para otear la ciudad que va quedando atrás. Tu ruta continuará por la misma vía, la cual bordea el parque arqueológico de Saqsaywaman y desciende hasta la zona arqueológica de Q’enqo.
Solo 5 minutos separan Q’enqo del templo de los Monos. Así que no te desesperes y disfruta de un trayecto que en su primera etapa es empinado. Si los ascensos no te atraen demasiado, hay otra ruta que podría interesarte. Esta se inicia en el monumental Cristo Blanco, uno de los íconos de la ciudad.
Si eliges esta ruta, lo primero que tendrás que hacer es tomar un taxi (de preferencia station vagon) hacia el mirador del Cristo Blanco (costo: 20 soles o 6 dólares aproximadamente). En este punto empezarás tu descenso en bicicleta a la zona arqueológica de Q’enqo y, posteriormente, a Cusilluchayoc, tu destino final.
Para facilitar tu aventura a puro pedal, contáctanos o llámanos a nuestro WhatsApp +51 984479073, para coordinar el alquiler de un excelente bicicleta a un precio tentador e inigualable.
Ruta 4: un tour a tu medida
Si solo quieres disfrutar y gozar al máximo la experiencia en el templo de los Monos, comunícate con nosotros al WhatsApp +51 984479073. Estaremos encantados de atenderte y organizar un tour que se ajuste a tus requerimientos y expectativas.
Recomendaciones viajeras
- La época seca (abril a diciembre) es la mejor para visitar el templo de los Monos, pero no te confíes. Lleva siempre una prenda extra de abrigo y un poncho de lluvia (impermeable).
- Asegúrate. En el templo de los Monos no hay restaurantes ni cafeterías. Lleva bocadillos y snacks en tu mochila de ataque.
- No te confíes de los rayos del Inti (sol) cusqueño. Usa siempre una gorra o sombrero, lentes oscuros y échate protector solar.
- Mantente hidratado. El agua es un excelente “antídoto” contra el mal de altura o soroche.
- Lleva dinero en efectivo. Evita los billetes de alta denominación y trata de tener sencillo (moneda) para los gastos menudos.
- El templo del Mono es ideal si quieres conocer un atractivo cultural ajeno a las aglomeraciones turísticas. En este destino podrás relajarte y disfrutar al máximo de la naturaleza.
- El ingreso es gratuito y podrás visitarlo cualquier día del año.
- La consciencia ecológica es fundamental. Se cuidadoso con tus desechos y evita contaminar el medioambiente. La Pachamama te lo agradecerá.
- No olvides que estás en un lugar sagrado de la cultura andina. Se respetuoso y cuidad el legado incaico.
